Ha pasado un año, un largo año desde la última vez que escribí en éste pequeño rincón macareno. Un año donde han pasado muchísimas cosas.
Y hoy quiero retomar lo que nunca tuve que dejar.
Y que mejor forma que ésta.
Esto que ha ocurrido no ha sido un sueño. Ha sido realidad. 50 años desde que Sevilla coronara a la Esperanza Macarena como Reina y Soberana.
Y yo tuve la gran suerte de que Ella me eligiera para ser sus pies. Un sueño perseguido desde niño, donde todas mis nubes eran color verde Esperanza, donde volaban unas mariquillas verdes, donde soñé algún día ser costalero macareno, y pasearte por Sevilla como sólo Tú te mereces.
Un día de los que se suelen llamar Grandes, para recordarlo toda la vida, donde un día de éstos podré decir a mi hijo "yo fui costalero de la Macarena".
¿Y como se puede explicar con palabras todo lo que sentí ese día?
Imposible, no hay palabras para explicarlo, no hay forma alguna de transmitirlo.
Más vale una imagen que mil palabras, y yo como mejor sé explicarlo es mediante imágenes de la Señora, del camino de vuelta a casa, de sus costaleros, de Sevilla...
No hay comentarios:
Publicar un comentario