sábado, 22 de enero de 2022

Fue un sueño precioso

Desde pequeño fue un sueño, el sueño de cualquier macareno, ser los pies de Nuwstro Señor de la Sentencia y de su Bendita Madre, Nuestra Señora de la Esperanza.

Y gracias a Dios, y sobre todo, gracias a Ellos, ese sueño pide hacerlo realidad. 

Pero todo tiene un principio y un final, y después de más de una década siendo un "privilegiado", acabó mi sueño. Y si, he disfrutado mucho, muchísimo con Ellos. He soñado con Ellos, en cada levantá, en cada chicotá,  en cada revirá,  y es hora de retirarse y dar paso a las nuevas generaciones que tienen el mismo sueño que yo tuve desde niño.

En estos años he tenido momentos malos, momentos fatigosos,  pero sobre todo, momentos muy buenos, y con estos últimos me quedo. Pero este sueño perdurará hasta el último día de mi vida.

Y solo me queda dar las gracias a todas y cada una de estas personas que hicieron posible que este sueño se hiciera realidad, por su ayuda, por su apoyo, por esos momentos que estaban junto a mi cuando las cosas no eran tan bonitas. Y sobre todo, gracias a Nuestro Padre Jesús de la Sentencia,  a Maria Santísima de la Esperanza Macarena,  y a Nuestra Señora del Rosario, por permitirme ser sus pies por Sevilla y pasear pasearlos como sólo Ellos se merecen.

Siempre soñé con esos momentos,  y soñé,  soñé con Ellos, con cada noche del Jueves Santo, con cada lágrima de los macarenos viendoles la carita, y fue un bonito sueño, un sueño precioso.....

Nunca dejéis de soñar.